Castillos y palacios de Baviera: Linderhof

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Es un lugar común decir que visitar los Castillos bávaros es como viajar por un "cuento de hadas", sin embargo es cierto. Ir al palacio de Linderhof y al castillo de Neuschwanstein no sólo vale la pena por ver la fastuosidad de sus interiores y exteriores sino también por la atmósfera romántica y de idílica belleza que les rodea.

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Hacía allí decidimos ir, a meternos de lleno en ese universo plagado de ensueño, fantasía y… muchos turistas. Salimos muy temprano de Munich y poco a poco nos fuimos adentrando en el corazón de los Alpes bávaros. Pasamos bajo la sombra del Zugspitze,  la montaña más elevada de Alemania  con 2963 metros y a cuya cima se puede ascender solo en meses de verano a través de un tren llamado Bayerische Zugspitzbahn. Tomamos una pausa para observar la belleza y el esplendente verdor de los campos bávaros cubiertos de casitas de techos bajos y balcones llenos de flores multicolores, todo esto digno de una maravillosa postal.

Casa en los Alpes bávaros - Baviera - Alemania
Llegamos temprano a LINDERHOF y el día no podía estar mejor, aparcamos el coche (3 euros) y pagamos los 7 euros del ticket de entrada. La visita es permitida solo con guía por lo que frente a la barroca fachada del palacio se espera en fila y luego de juntar a la cantidad de gente suficiente la guía, en un correcto y claro inglés, nos invitó entrar. En la sala de entrada del pequeño palacio nos dieron las indicaciones y repartieron unas carpetas o files con la misma información que la guía nos iba a dar. Los hay en varios idiomas, incluidos el español, solo hay que pedirlo antes de empezar con la visita. Las fotos están lamentablemente prohibidas dentro del palacio, mas no en los jardines.

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Localizado en medio un romántico valle, lleno de jardines franceses y con unas vistas descomunales de los Alpes el emplazamiento no pudo haber sido mejor para construir un palacio. Fue el lugar favorito para descansar del rey Ludwig II y donde casi nunca recibía visitas. Caminar por los interiores de Linderhof es una experiencia intensa, que lo deja a uno en un estado de éxtasis constante que va en aumento conforme se pasa de una habitación a otra y se ven los fantásticos muebles construidos con los materiales más exquisitos que podemos imaginar, todos ellos venidos desde sitios remotos como el lejano oriente. También aumentan nuestro fascinado estupor los frescos en las paredes que representan imágenes religiosas (algunas hechas con clara influencia italiana) o de la mitología griega; y las esculturas hechas de un mármol finísimo. Todo ello en conjunto un mundo barroco, exaltado, brillante, que hace realidad ante nuestros ojos aquello que estábamos acostumbrados a ver en sueños.



Para ejemplo de todo ello basta con ver la “Habitación del rey”, que era el más grande, donde hay un enorme candelabro hecho de cristal y que porta 108 velas y pesa media tonelada. Las ventanas en esta pieza son muy grandes y permiten tener vistas inmejorables del jardín y las montañas circundantes. “El Comedor” posee una cosa singular: una mesa que solía bajar hasta el piso donde los criados servían los alimentos y que luego era enviada hacia arriba de vuelta para que el rey pudiese comer en completa soledad. Hay un "Cuarto de espejos" en el que uno puede verse repetido hasta la infinidad en un juego de reflejos e imágenes, realmente sorprendente. En muchos lados hay retratos de la Francia de los reyes y sobre todo de Luis XIV, el ídolo de Ludwig y a quien dedicó este recinto.  El “rey sol” era tomado como ejemplo por el monarca bávaro por el poderío que el francés tuvo y que quizás representase un símbolo de la nostalgia de un tiempo en que los reyes eran realmente dominantes no como en la época de Ludwig donde le tocó compartir el poder con la burguesía alemana.  El palacio es pequeño y se visita en menos de una hora, y es debido a esa pequeñez que pudo ser terminado.

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Linderhof está rodeado de un parque considerado como el mejor del siglo 19 en uso. Esta área está llena de jardines de estilo francés (abiertos de abril a octubre) y terrazas con cascadas; abundan allí los ángeles dorados, dioses y ánforas griegas y donde el agua es un rumor constante y las flores una agradable interrupción multicolor en medio de un espacio que invita a extraviarse en nuestros propios deseos y fantasías.

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania


Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania

Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Luego de visitar el palacio y sus jardines se recomienda subir hacia el Palacete Morisco (15 minutos caminando hacia arriba), que aunque cerrado a la visita del público se puede ver sus interiores a través de una cristalera: fastuoso y como siempre recargado pero sin embargo adornado con esmerado gusto. Fue un lugar de relajo donde el rey, ataviado con ropas orientales, veía los números que le presentaban para su regocijo sentado en un trono dominado por un bellísimo PAVO REAL.


También hay que conocer La "Gruta de Venus" (en el mismo camino que conduce a el Palacete Morisco), una caverna artificial que Ludwig mandó a construir para alejarse mucho más del contacto humano. La afiebrada fantasía de este rey dio para tanto que incluyó como ornamentos de la cueva estalactitas y estalagmitas e incluso un lago en el que hasta ahora se puede ver una barca en forma de "vieira" en la que se paseaba. Hoy se puede visitar el lugar e incluso tomar fotos y ver la balsa y los interiores iluminados acompañados por alguna ópera de Wagner, amigo y predilecto compositor del monarca. A la puerta de la caverna hay que esperar ya que las visitas son cada cierto tiempo. Allí se podrá encontrar indicaciones sobre el tiempo que falta para la próxima visita.

Jardines del Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Palacete Morisco del Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
La Gruta de Venus - Palacio de Linderhof - Baviera - Alemania
Regresamos al parking y nos enrumbamos, siempre entre los fascinantes paisajes de las tierras altas de Baviera, hacia Austria algo que recomiendo si se quiere perder el aliento teniendo unas vistas alucinantes y cortar camino para llegar hasta SCHWANGAU, villa en el que se ubicaba el siguiente castillo que visitaríamos.


Continuará…


Pablo


DATOS UTILES


  • Alquilamos un coche por todo un día a130 euros para visitar ambos lugares. El alquiler puede ser más barato pero debido a que estábamos en "temporada alta" por las celebraciones del OKTOBERFEST los precios subieron.

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